Desde el proyecto se impulsa el desarrollo de propuestas y la coordinación de esfuerzos con diversas instituciones y organizaciones de los sectores público y privado, reconociendo que la colaboración intersectorial es fundamental para el avance de la piscicultura en Bolivia. El proyecto busca fomentar un entorno propicio para el diálogo y la creación de alianzas estratégicas que no solo fortalezcan el desarrollo técnico y productivo del sector, sino que también aborden temas transversales críticos como la equidad de género, la salud y la lucha contra la violencia hacia las mujeres y sus familias.
Un componente clave de esta estrategia es la promoción de investigaciones y estudios que proporcionen datos sólidos para fundamentar las políticas públicas y privadas que guíen el desarrollo de la piscicultura. Estas investigaciones permiten identificar brechas de género y diseñar soluciones que promuevan la participación equitativa de mujeres y hombres en el sector, asegurando que las políticas económicas y productivas contemplen las necesidades y perspectivas de ambos géneros. Al mismo tiempo, el proyecto trabaja para fortalecer espacios de diálogo entre actores clave, promoviendo la inclusión de enfoques sensibles al género en las discusiones y decisiones relacionadas con la piscicultura y el desarrollo rural.
Además de las alianzas con instituciones piscícolas, el proyecto también articula esfuerzos con instancias locales, municipales y nacionales dedicadas a la protección de los derechos de las mujeres, el bienestar familiar y la promoción de la salud pública. Estas articulaciones son esenciales para garantizar que las políticas y programas no solo impulsen el desarrollo económico, sino que también ofrezcan apoyo integral a las mujeres y sus familias, particularmente en la prevención y atención de la violencia de género, y en el acceso a servicios de salud y bienestar.
El objetivo final de estas acciones es contribuir a que las instituciones y las personas responsables de la toma de decisiones adopten e impulsen políticas que promuevan un desarrollo económico equitativo y sostenible, con un enfoque de género. Al integrar las perspectivas de las mujeres en la planificación y ejecución de políticas, se busca garantizar que los avances productivos y económicos beneficien de manera inclusiva a toda la comunidad, generando un impacto positivo a largo plazo en la reducción de las desigualdades de género y en la creación de un entorno más justo y resiliente para todas y todos.